sábado, 17 de enero de 2015

Begin again Capítulo 10: Sehun descubre los fantasmas de Kyungsoo



Era media noche cuando Sehun se debatió seriamente si sus ganas de ir al baño eran tan grandes como para levantarse de la cama e ir o simplemente dormirse e ir a cuando se despierte en la mañana. No quería abandonar la cama, primero porque hacía un frio horrible y segundo porque estaba al lado de Kyungsoo.

Dormido era el único modo para Sehun de estar cerca de Kyungsoo sin morir en el intento.

A pesar de seguir intentando tener al mayor en su poder, Sehun había encontrado un buen amigo en su primo. Detrás de los golpes, de las miradas de odio y los comentarios ácidos había preocupación por parte del mayor. Kyungsoo siempre se aseguraba de que hubiera comido, que hiciera sus deberes y que no pasara mucho tiempo pegado al televisor.

Sehun apreciaba mucho esos actos, porque su familia directa no se preocupaba por esas cosas. El rubio era un niño mantenido pero nunca fue castigado por llegar tarde a la casa, tampoco le preguntaban si había comido. Sehun era un niño mantenido, pero al mismo tiempo, independiente, si quería algo, tenía que hacerlo él mismo, con el dinero de sus padres, pero él mismo.

Nunca admitiría que se sintió muy feliz cuando Kyungsoo le tiró cinco platos por la cabeza cuando llegó a las dos de la madrugada un día de semana, tampoco admitiría que quiso llorar de la emoción cuando Kyungsoo lo interceptó en los pasillos del instituto preguntándole si había comido, y nunca, definitivamente nunca agradecería a Kyungsoo por las galletas que le ponía en la mochila para que comiera en los recesos.

Sehun estaba muy agradecido de tener a alguien que le enseñara –a su manera- lo que es ser querido por la familia.

Pero lo importante era si iba o no al baño.

Decidió ir, más que por las ganas, era porque se le antojaba un vaso de agua. Pero apenas se movió se dio cuenta de que Kyungsoo lo tenía agarrado por el pijama, cosa que era extraña ya que le daba la espalda. Intentó soltarse pero el agarre se hizo más fuerte y el mayor dio media vuelta quedando frente a Sehun. Aún dormido, Kyungsoo abrazó posesivamente al rubio, incapacitando su escape.

El rubio sonrió. Sin despreciar la oportunidad de tener al agresivo mayor en sus brazos envolvió a Kyungsoo en sus brazos pegándose a él lo más posible. Era la primera vez que abrazaba a alguien en la cama, en general siempre que estaba junto a alguien en la cama hacían de todo menos dormir y si es que dormían no se abrazaban. Esto era algo nuevo para Sehun.

Abrazar por solo el hecho de querer sentir la calidez del otro, se sentía muy lindo. Aprovechó de acariciar el cabello de Kyungsoo, contemplando al mayor que dormía con una calma que le llamaba a volver a dormir.

Sí, Kyungsoo definitivamente era la persona que Sehun quería a su lado.

Recorrió la espalda del mayor con sus dedos, el pijama de Kyungsoo no le permitía sentir la piel, pero Sehun adivinaba que debía ser muy suave. No se dio cuenta de que bajó más de lo permitido hasta que sintió una patada muy fuerte en su pierna. Se aguantó el grito de dolor mordiendo su mano, algunas lágrimas salieron de sus ojos, sollozó en silencio mientras veía el techo intentando olvidar el dolor.

Kyungsoo era la persona que Sehun quería a su lado, aunque pensándolo mejor, Sehun buscaría una persona que fuera como su primo, pero sin tendencias violentas.

Se preguntó cuantas patadas de ese tipo había soportado Kai en los años de relación que tuvo con el chico entre sus brazos, y pensando en aquello se quedó dormido sin poder ver la sonrisa que Kyungsoo tenía en sus labios.

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Kai estaba muy concentrado en su partida de plantas versus zombies como para mirar a su alrededor. Chanyeol, Tao y Yixing hablaban unas mesas lejos de él, y Sehun estaba a su lado escuchando música.

En esas tres semanas que lo llevaba conociendo había descubierto que Sehun no era tan horrible como lo pintaba Kyungsoo, quizás al principio con esos coqueteos extraños, pero con cada día que pasaba esos intentos iban terminando hasta que el rubio dejó de buscar su atención por esos medios.

La verdad es que con cada día, Sehun se decepcionaba más y más de Kai. Era un hecho, a medida que lo conocía su enamoramiento quedaba en el olvido, porque no importaba lo guapo que fuese, la apariencia física pasaba a segundo plano cuando se revelaba el verdadero Kai.

Todo iba bien hasta que aparecían los comentarios estúpidos, las bromas infantiles, los brazos de tiranosaurio rex al reírse, los pucheros, los berrinches… Todo un niño pequeño.

La única vez que Sehun podía ver al Kai que le gustaba era cuando le tocaba alguna clase con una profesora mujer, porque a Kai le encantaba coquetear a las profesoras. Más que conquistarlas, era un juego entre ambos, pero a esas mujeres les encantaba sentirse bellas, aduladas por el moreno  aunque sea una vez al día.

Así que el rubio simplemente se había rendido a la posibilidad de tener una relación amorosa con Kai, porque definitivamente no era su tipo, nunca lo sería. Ahora solo tenía un objetivo: Kyungsoo.

Y hablando de Kyungsoo.

-Oye Kai- El moreno pausó el juego y lo miró –Tú fuiste el novio de Kyungsoo hyung por mucho tiempo ¿Cierto?- Kai asintió -¿Nunca te golpeó?-

-Nunca- Respondió Kai solemnemente.

-¿Nunca?-

-Nunca-

-¿Y ahora que no son novios?-

-Tampoco-

-¿Cómo lo haces?-

-¿Para no sufrir sus golpes?- Sehun asintió mirándolo expectante –No lo hago enojar, y si lo hago actúo lindo hasta que se le pasa-

-¿Y funciona?- Le preguntó Sehun frunciendo el ceño, Kai asintió –No te creo, a mi me golpeo anoche mientras dormíamos-

-¿Por qué?- Se interesó Kai acomodándose en su puesto.

-Digamos que toqué donde no debía tocar- Explicó Sehun –Aunque es su culpa, yo me había contenido de tocarlo por dos semanas y a él se le ocurre abrazarme cuando quería ir al baño-

-… Ya veo- Comentó Kai asintiendo levemente, causando molestia en Sehun. Se suponía de debía estar celoso, o por lo menos mostrar más emociones. Parecía que le hubiera dicho que las aves vuelan en vez de decirle que su exnovio a quién seguía amando lo había abrazado durante toda la noche.

Y no supo porque lo hizo, sus manos se movieron y empujaron a Kai haciéndolo caer de la silla, llamando la atención de todos los presentes.

-¿Ya veo? ¡¿Te acabo de decir que estuve abrazado a tu exnovio durante la noche y lo único que dices es “Ya veo”?!- Le reprendió Sehun, levantándose de su puesto y saliendo del salón.

-Es la primera vez que lo veo actuar como Kyungsoo- Comentó Kai frotando su espalda intentando calmar el dolor. Yixing se acercó a él y lo abrazó sabiendo que el Kai infantil estaría a punto de salir –Eso dolió mucho, hyung, me duele mucho, Sehun me empujó muy feo-

-Es un niño muy tierno- Dijo Chanyeol mirando al moreno haciendo berrinche en el suelo. –Será mejor que llamemos a Kyungsoo para que lo calme-

-No, no le corresponde hacerlo- Dijo Tao con un deje de tristeza en sus ojos –Ahora somos nosotros, sus amigos, los que tienen que calmar al Kai.-

-Tienes razón, aunque deberíamos hacer algo para que vuelvan a estar juntos. No podría soportar cuidar de un niño de cinco años en el cuerpo de uno de diecisiete*- Se quejó Chanyeol cruzándose de brazos, mirando a Kai quién le pedía un dulce a Yixing.

-Creo que no debemos hacer eso, si se separaron fue por algo. No digo que Kai se vea más feliz, pero es su decisión y debemos respetarla- Opinó Tao, quién aunque quería ver a Kyungsoo junto a Kai, sabía que no debía interferir en la relación de otras personas.

No como Chanyeol que juró a sí mismo que el KaiSoo volvería a estar junto o dejaría de llamarse Park Chanyeol.

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Una de las cosas que más apreciaba Sehun de su primo era lo preocupado que era por él, incluso cuando estaba lejos, Kyungsoo se aseguraba de que pudiera sobrevivir por su cuenta. El rubio había aprendido que Sora, su tía, no era un gran apoyo para ambos. Lo único rescatable era su manía con la limpieza que mantenía la casa limpia.

Sin embargo, que le dejara una persona para que lo cuidara mientras él iba con JongDae a terminar un trabajo era demasiado para el rubio. No era un niño de cinco años, podía cuidarse solo, diablos, ¡se había cuidado solo por mucho tiempo! No necesitaba una niñera que lo acompañara.

Pero no pudo quejarse, porque su niñera era nada más y nada menos que Kai.

-¡Muere maldito!-

Las diferentes maldiciones que mascullaba Kai por lo bajo mientras jugaba videojuegos le recordaba a Sehun que prácticamente él sería la niñera, y no lo contrario. Aunque se sentía  nervioso, porque era la primera vez que alguien iba a su casa solo para jugar y pasar el rato juntos.

En un principio no supo bien que hacer, pero no hubo mucha incomodidad porque Kai se manejaba en la casa como si viviera ahí. Rápidamente habían tomado los mandos y jugado hasta que los ojos le exigían más luz en la habitación, se dio cuenta que había anochecido y que era mejor comer algo antes de que fuera muy tarde.

-¿Ramen o ramen?- Le preguntó Sehun a Kai.

Terminaron los dos acostados en la cama de Kyungsoo, comiendo ramen mientras veían Running Man, mejor dicho, Kai intentaba no atragantarse con los fideos cada vez que se reía mientras Sehun divagaba en sus pensamientos.

Se había dado cuenta de que Kai no le gustaba para nada. Absolutamente no. Nunca. Feo. Malo. En cambio, un sentimiento muy fuerte nacía cuando pensaba en Kyungsoo, su primo al cual cada día apreciaba más.

Era la primera vez que sentía algo así, como una necesidad de abrazar a Kyungsoo, pedirle que le cocinara todos los días, salir con él y conversar, pelear por cosas pequeñas.

Kyungsoo era la primera persona que se había conseguido su confianza en tan poco tiempo, porque a pesar de los constantes coqueteos, el mayor solo lo veía sin corazones o sonrojos en el rostro. Tampoco lo utilizaba como un accesorio (como si con un chico como Kai a su lado lo fuera a ocupar a él), no lo buscaba cuando se quedaba sin Baekhyun o JongDae para no quedarse lamentablemente solo.

Lo que su primo hacía era muy parecido a lo que siempre quiso de una novia, que se preocupara de pequeños detalles, que le preguntara por su día, que le cocinara sabiendo que Sehun vivía de ramen instantáneo. Esas cosas hacía de Kyungsoo el tipo ideal para el rubio.

Su vida había tenido muchos cambios en menos de un mes, y le asustaba.

-¿Por qué te gusta Kyungsoo?- Le preguntó Sehun al moreno.

-No sé- Le respondió Kai encogiéndose de hombros.

Eso no le ayudaba en nada. Le dio un suave golpe para incentivarlo a hablar más, como un “habla o te golpeo hasta que escupas las palabras con sangre”. El golpe le hizo recordar a Kai que a su lado había un familiar de su hyung favorito, en otras palabras, una bomba de violencia.

-Simplemente me gusta, me gustó desde la primera vez que lo vi- Comenzó Kai dejando su ramen en el suelo y abrazando un peluche de minion –A medida que lo conocía me iba gustando más, no podía evitar pensar en él a cada momento-

-Y ¿cómo te diste cuenta de que te gustaba?-

-Era demasiado obvio Sehun, todo aquel que me veía notaba que me gustaba Kyungsoo, menos Kyungsoo porque intentaba disimular cuando me veía-

-¿Te sigue gustando?-

-Sí, pero esos sentimientos se están apagando de a poco. Me gustaría que conozca a alguien que lo pueda cuidar mejor de lo que yo lo hice- Las palabras de Kai irradiaban sinceridad –Kyungsoo hyung es una persona muy valiosa para mí y siempre lo será-

-… Si intento algo con él ¿Te enojarías?- Kai lo miró con ojos muy abiertos, sorprendido por las palabras de Sehun.

En el tiempo en que se conocían, descubrió que Sehun no tenía a nadie en su antiguo hogar a quién considerara su amigo, estaba solo contra el mundo. A medida que conversaban y pasaban tiempo juntos Sehun descubrió que aquel moreno sensual con actitud de niño pequeño era una persona amable que estaba dispuesto a ayudar a quién lo necesite.

Pero la persona que había marcado un antes y un después en Sehun era definitivamente Tao. Junto al chino, Sehun podía hablar por horas y horas. Kyungsoo había sido la primera persona en ganarse su confianza, pero Tao era la persona con la que podía reírse libremente.

¿Y cómo no? Si el chino era una de las personas más amorosas que había en el instituto, si no la más amorosa. Cada día saludaba a sus amigos con un beso y un abrazo, su personalidad era impredecible, había veces en las que avanzaba por los pasillos haciendo piruetas como si fuera un gimnasta, también le gustaban las cosas tiernas y sus palabras eran sinceras.

El corazón de Sehun se había abierto con una increíble facilidad a Tao, pero no era lo mismo con Chanyeol y Kai.

Con Chanyeol se llevaban bien, hacían una que otra broma y se aliaban para burlarse de una persona, que en general era Tao. Con Kai la relación era buena, pero la decepción amorosa de Sehun no le permitía pasar al otro nivel de la amistad.

Por eso Kai se sorprendió por la pregunta, porque Sehun le preguntaba si le molestaría si es que intentara tener una relación con Kyungsoo. Eso para Kai era un “Me importas tanto como para preguntarte antes de meter o no la pata”.

-Sehun, con quién esté o no esté Kyungsoo no algo que pueda decidir. Si quieres intentar algo con Kyungsoo hyung puedes hacerlo, aunque admito que me sentiría algo celoso, yo me demoré un año más o menos en declararme- Explicó mirando al rubio –Pero no te puedo asegurar que no me enoje, porque sigo teniendo fuertes sentimientos hacia él, por eso nos estamos dando tiempo y espacio.-

El menor asintió ante esas palabras. Era verdad, aunque Kyungsoo estuviera libre por ahora, los sentimientos de Kai y probablemente también los de Kyungsoo aún perduraban. Lo mejor sería aclarar lo que sentía hacia Kyungsoo, porque era diferente a lo que sentía por Tao.

-Lo que sí, yo en tu lugar no lo haría al menos que quisiera una muerte dolorosa. Hyung es algo violento para algunas cosas-

Kai rió al ver el rostro de Sehun palidecer al recordar aquello.

Después de lavarse los dientes y ponerse pijamas, ambos a falta de sueño se quedaron despiertos conversando. Fue así que Kai se enteró que Sehun se tiñó rubio por primera vez hace dos años y le terminó gustando tanto como le quedaba que decidió mantenerlo, también supo que su familia tenía bastante dinero pero que al no estar presente en su crianza, el dinero nunca significó algo muy alentador para Sehun. El rubio también le contó sobre algunas chicas y chicos que había conocido antes de mudarse con Kyungsoo, no recordaba los nombres, pero recordaba algunas cosas divertidas que habían pasado.

Sehun se enteró que Kai tenía dos hermanas mayores y que ellas lo maltrataban en el buen sentido de la palabra, también felicitó al moreno al saber que sería tío otra vez. Miró las miles de fotos que tenía Kai de su familia, y se sorprendió al saber que el moreno era un bailarín en una de las mejores agencias de Corea. Le exigió que le enseñara algún día a bailar, porque al rubio le gustaba bailar aunque no había tomado clases o algo por el estilo.

Y ambos se quedaron callados cuando escucharon una voz fuera de la habitación que tarareaba una canción de cuna.

-¡Mierda!- Exclamó Kai levantándose y corriendo a la puerta, ocupando su peso para mantenerla cerrada a la vez que le ponía el seguro. El moreno se pegó a la puerta intentando oír a través de la puerta los pasos de la persona alejándose, paralizándose cuando se dio cuenta que esa persona estaba justo al otro lado de la puerta.

La puerta comenzó a ser golpeada con fuerza, pero Kai no movía su espalda  de la puerta, manteniéndola cerrada con todas sus fuerzas, aferrándose de las paredes con sus dedos para no dejar entrar a lo que sea que intentaba derrumbar la puerta.

-¡Kyungsoo! ¡Kyungsoo!- Llamaba la persona desesperada. Sehun reconoció la voz de su tía Sora, pero no entendía porque Kai no la dejaba entrar, incluso con el seguro puesto el moreno no se arriesgaba a soltar la puerta -¡Ayúdame! ¡No deja de llorar!-

-Cántale hasta que se duerma- Le dijo Kai sin dejar su puesto.  Los golpes se detuvieron.

-Tienes razón, perdón-

Ambos jóvenes pudieron escuchar como Sora se alejaba mientras comenzaba a cantar una balada romántica. Cuando se Kai escuchó que una puerta se cerraba a lo lejos se dejó caer sobre sus rodillas. Sehun se apresuró en salir de la cama y caminar hacia el moreno.

Pudo escuchar como el moreno murmuraba cosas que el rubio no entendió, pero lo que más lo desconcertaba y asustaba era su tía.

-¿Qué acaba de pasar?- Preguntó tomando al moreno de los hombros, revelando en su mirada lo asustado que estaba. Kai suspiró y se sentó apoyando su espalda en la puerta, invitando a Sehun a hacer lo mismo.

-¿Tú sabes que la madre de Kyungsoo estuvo embarazada y que perdió al bebé en el parto?- Sehun negó –Bueno, eso sucedió. Estaba todo listo, la habitación, sus juguetes, su ropa, todo. Pero el parto no sucedió como se suponía. Sus pulmones eran muy débiles, no vivió más que unos minutos. -

>>Sora, la madre de Kyungsoo no mostró signos de depresión o algo por el estilo, así que los doctores la dejaron volver a casa, en cambio la pérdida del bebé afectaron mucho a Kyungsoo y a su padre. Pararon unas semanas donde todo era relativamente normal, hasta que Kyungsoo comenzó a escuchar a Sora cantar en las noches caminando por la casa<<

>> ¿Alguna vez has intentado entrar a la habitación que está al fondo del pasillo? No podrás, está cerrada con llave, la única persona que puede entrar es Sora. Esa habitación le corresponde al difunto bebé y todas las noches que Sora pasa en ésta casa ella se encierra en esa habitación, después sale y canta por la casa antes de volver a entrar, finalmente regresa a su pieza. Eso se mantuvo unos meses hasta que Kyungsoo descubrió lo que su madre realmente hacía <<

>>Era muy sospechoso que Sora no mostrara signos de depresión o angustia por la pérdida del bebé, ni siquiera parecía triste. La razón es que ella nunca pensó que su bebé estaba muerto, por eso no de deshizo de las pertenencias del bebé, y éstas quedaron bajo llave<<

>>Esto sólo sucede en la noche, en el día se comporta normalmente. No hemos podido deducir si está despierta o dormida, consciente o inconsciente, pero lo que hace Sora cada noche es ir a la habitación del bebé, toma un bulto envuelto entre sábanas, lo pasea por la casa mientras le canta y cuando pasa por la puerta de Kyungsoo mira el cartel que dice “Sólo cántale, así se dormirá”. Kyungsoo lo pone en su puerta todas las noches antes de dormir, porque si esto no se cumple Sora entrará y le exigirá que la ayude a calmar los llantos del bebé<<

>>Pero no se pueden escuchar llantos, sólo ella parece escucharlos y le desespera. Es fácil calmarla, solo hay que decirle que le cante. Ella se disculpará por molestar y volverá a la habitación del bebé, pasará unos minutos ahí, saldrá cerrando con llave la habitación y finalmente se irá a dormir<<

>>Esto se ha repetido por años, pero Kyungsoo no dice nada. Es fácil de llevar, sólo hay que mantener los hábitos correspondientes. Esa es la razón por la cual me pidió que te acompañara, para que no tuvieras problemas cuando esto pasara. Pero creo que queda demostrado que no soy tan eficaz como el mismo Kyungsoo, se me olvidó poner el cartel en la puerta. Has dormido por un mes aquí y es la primera vez que lo notas, eso es por Kyungsoo, él te está protegiendo de Sora<<

>>Pero Kyungsoo no tuvo la misma suerte que tú, él lo descubrió por sí solo hace unos años…  ¿Alguna vez te has preguntado por qué hay una silla entre los arbustos del jardín que da hacia la calle? Esa silla estuvo en ésta habitación hasta el día en que Kyungsoo descubrió que lo que pasea Sora todas las noches en sus brazos, es el cadáver momificado del bebé<<








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