Por cosas del destino, Kyungsoo y JongIn terminaron dos
semanas antes de las vacaciones de Navidad y año nuevo.
Kyungsoo por primera vez en meses caminaba sólo por la calle
hacia el instituto. Antes JongIn lo esperaba en el paradero y se iban juntos
hacia el instituto en un bus sin mucha gente dentro. Para el moreno era
maravilloso, porque podía sentarse al lado de su hyung y dormir apoyado en él
hasta que tuvieran que bajarse. Para el mayor, era el momento perfecto para
leer, terminar tareas o simplemente contemplar a su novio y robarle besos.
Pero ahora Kyungsoo esperaba el bus solo, frotando las manos
para que el frio no las congelara. Jugaba con la nieve cerca de él, haciendo
dibujos simples con los pies. A veces dejaba escapar algo de aliento porque
cuando hacía tanto frio, éste podía verse en el aire por unos momentos. Esperó
unos minutos más antes de que el bus llegara y se detuviera frente a él. Subió
y pagó su pasaje, se dirigió hacia los asientos del fondo, pero se detuvo.
-Ah, es verdad- Murmuró mientras se sentaba en uno de los
asientos que estaban más adelante.
Si se sentaba al fondo significaba que JongIn se sentaría a
su lado, siguiéndolo como un cachorro, después lo besaría antes de acurrucarse
a su lado y dejar que el sueño lo
venciera, sintiéndose seguro junto a Kyungsoo. Sin embargo, ahora JongIn no
estaba detrás de él. Entonces no tenía que sentarse ahí porque no tendría que
ocultar los besos robados, porque no habrían, tampoco tendría que despertar a
su novio con suaves caricias y susurros llenos de dulzura, porque no tenía
novio, tampoco tendría que ocultar su sonrojo en cuanto viera la sonrisa del
moreno, porque no podía ver lo que no estaba.
Por eso agradeció haber llevado audífonos, ahora podía
escuchar música y terminar su tarea sin desconcentrarse.
Eso era bueno, ¿no?
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Ese día JongIn no fue al instituto, eso era realmente una
novedad. El moreno nunca faltaba, incluso cuando estaba enfermo se aparecía
aunque sea la primera hora para tomar apuntes y pedirle a sus amigos que se
pasaran en la tarde a su casa para ponerse al día. Pero lo mejor para JongIn de
estar enfermo era que Kyungsoo lo consentía como un rey y que el mayor se
aseguraba de que no le faltara nada, tanto en el instituto como en la casa. En
esos días de enfermedad aprovechaba de pedirle a su novio que le cocinara,
porque la comida de Kyungsoo más el amor que le profesaba era la mejor
medicina.
Ese día JongIn no fue al instituto.
Y cuando los amigos de JongIn le preguntaron a Kyungsoo la
razón de su inasistencia él no supo que decir.
-¿Cómo que no sabes?- Le preguntó Chanyeol.
-¿JongIn no te ha contado?- Tanto Chanyeol como Tao lo
miraron con duda –JongIn y yo terminamos-
-¡¿Qué?!- Exclamaron ambos, haciendo que todos los
estudiantes del pasillo los miraran curiosos.
-¿Por qué?- Le preguntó Tao sin creerlo. ¿Cómo creerlo? La
mirada de su amigo se iluminaba con solo nombrar a Kyungsoo. A veces, casi
creía que el moreno respiraba sólo por su novio, nunca lo había visto más
feliz.
-Simplemente ya no podía seguir, aún nos queremos pero las
cosas no son como antes. Decidimos terminar antes de hacernos daño- Les explicó
Kyungsoo con calma mientras caminaba hacia su casillero.
-No puede ser ¡ustedes dos son la personificación de que se
puede salir de la friendzone!- Dijo Chanyeol siguiéndolo por el pasillo, Tao
hiso lo mismo.
-Bueno, ahora somos la personificación de que se puede salir
de la friendzone y volver a la friendzone- Chanyeol se golpeó la frente con la
palma de la mano.
-Me refería a que su relación era muy fuerte y hermosa,
nunca los había visto tan felices ¿Por qué terminaron antes de que se
concretara un final?- Explicó el más alto. A pesar de ser mayor, tanto Chanyeol
como Tao eran más altos de Kyungsoo, especialmente Chanyeol.
Kyungsoo se detuvo haciendo que Chanyeol se detuviera para
no chocar contra él, sin embargo Tao chocó contra Chanyeol haciendo que éste
diera unos pasos. Kyungsoo no le prestó atención a ése hecho, estaba pensando
que responder.
No era fácil entender la razón del fin de su relación. Se
amaban, sí, probablemente se seguían queriendo tanto como antes, aunque algo
había cambiado. Ese algo era invisible, aún así doloroso. ¿Qué podía ser más
mortal que la misma mente? ¿Qué podía engañar más que un corazón inseguro?
¿Cómo seguir viviendo si sientes que poco a poco contaminas tu felicidad?
Kyungsoo no quería que JongIn se sintiera presionado. Ambos
tenían miedo a caer en la rutina y que sus sentimientos vayan evaporándose con
el tiempo, haciendo que finalmente la ruptura definitiva se volviera un
infierno y el amor una vieja mentira. En otras palabras, tenían miedo a dejar
de amarse.
Por eso, aunque era difícil, decidieron en silencio que lo
mejor era amarse de lejos. Porque a pesar de no estar juntos, si sus miradas se
cruzaban un pequeño sonrojo podría aparecer, quizás un toque accidental se
vuelva una explosión de mariposas en el estomago, un momento a solas se
volvería un pequeño paraíso donde el clima sería el protagonista de la
conversación.
Y con ese amor a distancia, podrían seguir creyendo en el
amor para, quizás, enamorarse de otra persona y, quizás, vencer el miedo al
tiempo.
-Es complicado, sólo tienes que saber que no hubo engaños, o
mentiras- Dijo sin mirarlos –Fue una decisión de ambos, un acuerdo. Para
nosotros es lo mejor por el momento, aunque si no nos hablamos es sólo por la
incomodidad de estar juntos sin saber que hacer-
Tao y Chanyeol se miraron. Definitivamente tendrían que
hablar con JongIn esa tarde. Cuando quisieron despedirse de Kyungsoo este había
desaparecido.
Esa tarde, por más que llamaron, nadie abrió la puerta de la
casa de JongIn.
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Al día siguiente Kyungsoo entró al salón de JongIn con un
objetivo en mente: Zhang Yixing. Él era uno de los compañeros de JongIn, Tao y
Chanyeol, nacido en China al igual que Tao decidió estudiar en Corea mientras
se quedaba con su tía. No la pasaba nada mal en Corea porque iba a clases de
baile, aunque sufría con matemáticas, simplemente no era lo suyo. Por esa razón
Kyungsoo quería entregarle un resumen que había hecho hace unos meses, así lo
podría ayudar.
Yixing no era amigo íntimo de Kyungsoo, pero era agradable
para ambos conversar si se daba la ocasión y tenían la confianza suficiente
como para pedirse favores grandes.
-Te traje el resumen con las fórmulas y algunos ejercicios
resueltos para que veas el procedimiento- Le dijo Kyungsoo pasándole algunas
hojas fotocopiadas al chino. Era el momento de receso, por lo que no había
mucha gente. Yixing momentos antes había estado leyendo un libro.
-¡Muchas gracias!- Exclamó mientras veía con ojos brillantes
las fórmulas y las explicaciones que estaban escritas- Me salvaste la vida, soy
un asco con los números-
-Es sólo practica, deberías dejar de pensar que los números
son tu enemigo, sólo lograrás deprimirte- Le aconsejó mientras se sentaba en la
mesa frente a Yixing.
-Deprimido o no, nunca lograré una buena nota en
matemáticas. A lo que más aspiro es a aprobar-
-Bueno, no más matemáticas para Yixing.- Kyungsoo le revolvió el pelo- Y, sin
matemáticas, ¿Qué vas a hacer en el futuro?-
-Yo quiero convertirme en bailarín, o coreógrafo. Algo por
el estilo- Le dijo mientras se arreglaba su peinado. Kyungsoo volvió a
despeinarlo. –Eres molesto ¿Sabías?-
En ese momento entró JongIn seguido de Chanyeol y Tao. Kyungsoo
levantó la mano a modo de saludo, JongIn le guiñó el ojo mientras se dirigía a
su puesto. Gracias a que Yixing era bastante distraído, no notó el pequeño
rubor que se encontraba en las mejillas del coreano.
Pero algo estaba mal. Kyungsoo lo percibió en el momento en
el que sus ojos y los de JongIn se encontraron.
Él estaba triste.
Demasiado.
A pesar de aparentar estar bien, Kyungsoo conocía bastante
bien a su ex-novio como para saber que por dentro se estaba derrumbando. ¿Por
eso había faltado el día anterior?
Quiso acercarse y abrazarlo, pero no era su deber, ya no era
su novio. No tenía que acercarse a consolarlo porque no era nadie para hacerlo.
Ahora sólo era un compañero más. En esos momentos debería desviar su mirada y
seguir hablando con Yixing.
Pero se levantó y se dirigió hacia JongIn con paso firme.
-Necesito hablar contigo a solas- Eso era más una orden que
otras cosa. Kyungsoo salió del salón seguido por JongIn.
Ambos sabían a donde se dirigían. Si se hablaba de ellos
dos, definitivamente irán a la biblioteca, al fondo, a la izquierda y un poco
más allá había un lugar con biblias y otros libros religiosos escritos en
muchos idiomas, al final, nadie iba hacia ese lugar, porque si necesitaban esos
libros simplemente lo piden en coreano.
Kyungsoo se sentó en una esquina, JongIn en la otra. Sus
miradas lucharon por unos segundos.
-Ayer atropellaron a Monggu- Dijo JongIn con voz quebrada –Mi
bebé murió-
Lo siguiente que supo JongIn fue que estaba entre los brazos
de su querido hyung. Monggu era su mascota desde que tenía tres años, fue su
fiel amigo, su protector y también su consentido. JongIn a veces llamaba a su
casa y pedía que le pusieran al perro para hablarle. Algunos lo veían raro,
pero para el moreno sólo era una manera de saber que su pequeño estaba bien.
Fue un accidente. JongIn paseaba a su mascota, hasta ese
momento todo iba bien. Un perro callejero bastante grande se acercó haciendo
que Monggu intentara soltarse de todas las maneras posibles. Lo logró. JongIn
intentó atraparlo pero en un segundo Monggu estaba cruzando la calle y un auto
que iba bastante rápido lo atropelló sin piedad, ni siquiera se detuvo.
JongIn se acercó y miró como su hijo agonizaba. Intentó
tomarlo en brazos y llevarlo a un veterinario, pero cuando llegó al lugar era
evidente que Monggu había muerto.
Lloró todo el día.
Sus padres en la tarde lo llevaron a la casa de campo que
tenían, el lugar favorito del perro. Lo enterraron bajo un árbol y construyeron
una lápida con su nombre. Volvieron entrada la noche.
Kyungsoo le acariciaba el pelo con cariño infinito,
susurrándole palabras de consuelo. Podía no ser su novio, pero JongIn lo
necesitaba en esos momentos ¿Qué importaba lo demás?
Los sollozos se calmaron un tiempo después. Seguían
abrazados pero las palabras no salían de sus bocas. No había nada que decir.
JongIn no pronunció un “gracias”, pero se acercó al mayor y le besó lentamente.
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-¿Qué paso con Kyungsoo? No entraste a la clase-
-Eso queda entre nosotros, no te preocupes. Ahora estoy en
paz-
Tao no entendió a qué se refería JongIn.
-Kai, nos preocupamos mucho, pensamos que iban a pelearse-
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