sábado, 17 de enero de 2015

Begin again Capítulo 4: Seda, chocolate y la incapacidad de ignorarte.


-Hyung-

-¿Qué?-

-Eres muy hermoso, tanto tu corazón como lo que pueden ver mis ojos. Me encantas-
Kyungsoo se sonrojó, aún así besó la cabeza de su novio agradeciéndole el cumplido. 

Ambos estaban acostados en el sillón, JongIn sobre Kyungsoo. El moreno apoyaba su cabeza en el pecho del mayor, Kyungsoo apoyaba su espalda en uno de los brazos del sillón. Ambos se abrazaban.

No, esperen. Hay una diferencia entre ambos.

Kyungsoo abrazaba a JongIn con eterno cariño, con suavidad, tranquilidad. A veces aprovechaba de acariciar su espalda, incluso masajear los músculos del otro. Pero si lo necesitaba, podía ocupar una mano o ambas. Si se caía algo, él podría reaccionar lo suficientemente rápido como para agarrarlo antes de que cayera al suelo.

En cambio, JongIn no abrazaba del mayor, más bien se aferraba a él, sujetándolo para que no saliera de sus brazos y piernas. El espacio entre ambos era nulo cuando se abrazaban, porque la fuerza de JongIn nunca se acabaría si se trataba de Kyungsoo. Incluso entrelazaba las piernas de ambos, así que si Kyungsoo necesitaba levantarse tenía que liberarse de aquél candado humano.

Pero al mayor le gustaba que su novio fuera de esa manera. Más que molesto, encontraba tierno que JongIn no quisiera separarse de él. El menor siempre buscaba pegarse lo más posible a Kyungsoo.

-¿Tanto te gustan estos programas?- Le preguntó Kyungsoo a JongIn. Éste asintió –más bien, lo intentó, parecía más como si se estuviera restregando contra el pecho del otro- confirmando que para él, nada sería mejor que ver los programas de música que daban en la tarde -¿Sabes? A esta hora dan Pororo-

-Y a esta hora se presenta Shinhwa en el Music Bank- Le contestó JongIn.

-¿Estás poniendo a ese grupo de idols por sobre Pororo?-

-Algo así-

Kyungsoo quería ver Pororo, pero también quería ver a JongIn cumpliendo sus caprichos. Era satisfactorio que ese guapo chico moviera cielo, mar y tierra para conseguir lo que su novio quería. Sin importar qué, Kyungsoo siempre sería la debilidad de Kim JongIn.
Pero la cosa cambiaba cuando se trataba de Shinhwa. Aquel grupo era el modelo a seguir de su novio. Desde el momento en el que JongIn vio una presentación de Shinhwa supo que estar en los escenarios era su destino. Entonces practicó y se perfeccionó hasta que entró en un selecto grupo de jóvenes que aspiraban a convertirse en backdancer de los idols. Bailar se había vuelto su prioridad, su más anhelado deseo, lo que más amaría en el mundo.

Aunque lo último cambió en el momento en el que Do Kyungsoo apareció frente a sus ojos.

Kyungsoo levantó un poco de la polera del menor y comenzó a acariciar la piel morena del otro. Lentamente comenzó a subir y a medida que esto sucedía, podía sentir cómo JongIn se estremecía. JongIn se sacudió para que Kyungsoo dejara de tentarlo. Sabía lo que el mayor quería, pero era Shinhwa. Kyungsoo probó con una nueva táctica, besando el pelo de su novio acercándose a su rostro, llegando a su frente, sus mejillas, evitando los labios a propósito. Sonrió cuando JongIn atrapó sus labios con los propios, pero no contó con que él también saldría afectado. Cuando se separaron después de unos pocos segundos, Kyungsoo no recordaba muy bien que era lo que intentaba hacer en un principio.

Se quedaron en silencio, hasta que salió Shinhwa en la pantalla y JongIn dejó salir un grito de emoción. Era impresionante como JongIn era incapaz de recordar las fechas de los exámenes, pero su habilidad para memorizar una coreografía era increíble. Con verla tres veces era suficiente, a partir de ahí podía concentrarse en hacer los movimientos correctamente. Aunque en esos momentos JongIn estaba haciendo los fanchants que correspondían en vez de fijarse en los movimientos que hacían.

Una vez que la presentación terminó, JongIn alargó un brazo y alcanzó el control remoto, cambiando el programa al canal donde comenzaba a emitirse Pororo.

-¿No quieres saber quién ganó?- Le preguntó Kyungsoo.

-No, es obvio quién ganará- Le contestó JongIn sacando su orgullo de Shinhwa Changjo. 
Kyungsoo rodó los ojos y se dispuso a mirar el programa infantil.

-Quiero un premio por cumplirte el capricho-

-¿Qué quieres?-

-No sé, cuando lo piense bien te lo digo-

-No lo pienses tanto, de cualquier manera haría casi todo por ti- Le dijo Kyungsoo.

-¿Casi todo?- JongIn liberó a Kyungsoo de su abrazo-no abrazo pero candado humano y se sentó sobre la cadera del mayor, dejando las piernas a los costados -¿Qué es lo que no harías?-

-Hay tantas cosas en éste mundo que no quiero arriesgarme a tanto. Pero haría bastantes cosas, así que no dudes de mi amor por ti-

-Pero ¿qué cosas no harías?- Insistió el menor.

-No sé, contar cada granito de arena de todas las playas del mundo- Le dijo Kyungsoo.

-¿Por qué?-

-Porque me da pereza de solo pensarlo- Kyungsoo miró a JongIn -¿Contento?-

-Si- El mayor volvió a mirar la pantalla de la televisión –Yo tampoco lo haría, te amo más que a mi vida, pero eso es inhumano ¿Cuánto crees que sean?-

-JongIn- Advirtió Kyungsoo, sabiendo que comenzarían las preguntas molestas.

-Perdón- Kyungsoo suspiró –Hyung ¿puedo mirarte?-

-Por supuesto- Le dijo sin mirarlo –Pero no lo hagas por mucho tiempo-

-¿Por qué?- Preguntó JongIn –Me gusta mucho mirarte, eres muy bonito, no me canso de ti-

-Porque me sonrojo cuando siento tu mirada-

JongIn se levantó de Kyungsoo y se sentó en el suelo, cruzando las piernas y mirando al suelo. Aquella frase lo había hecho avergonzarse, no pudo evitar alejarse de lo cohibido que estaba. Si había alguien que podía hacer sonrojar a JongIn, ese era Kyungsoo.

-¿Qué pasa?- Le preguntó el mayor incorporándose, algo preocupado por la actitud de su novio. JongIn negó con la cabeza. Kyungsoo se sentó a su lado e intentó mirarle el rostro, dándose cuenta que su novio simplemente estaba avergonzado -¿Estás avergonzado?- JongIn asintió -¡JongIn! ¡Mi hermoso novio! ¡Eres tan tierno!-

Kyungsoo se abalanzó sobre JongIn, haciendo que éste terminara boca arriba en el suelo, pero poco le importó al mayor quién se encontraba llenándolo de besos en el rostro en ese momento. Cuando el moreno pudo superar su vergüenza fue que Kyungsoo besó sus labios con tierna pasión que JongIn correspondió.

Habían muchos contras al momento de comenzar un beso, definiendo ”beso” como el contacto entre los labios de dos personas y no como el contacto entre los labios de una persona sobre algún lugar del cuerpo o ambiente que no fueran los labios. Todos estos contras tenían que ver con la incapacidad de ambos de separarse a menos que algo realmente importante esté pasando alrededor.

Por ejemplo, antes, cuando Kyungsoo quería cambiar el canal y JongIn le robó un beso ambos pudieron separarse porque Kyungsoo tenía en mente conseguir el control de la televisión y JongIn quería ver la presentación de Shinhwa antes de ver Pororo.

Pero ahora Kyungsoo estaba concentrado en liberar los sentimientos que aparecieron cuando vio a su novio avergonzado, y JongIn no podía pensar en nada con su novio sobre él, devorando sus labios, haciéndole sentir de esa manera inexplicable pero increíble.
Por estas razones, mientras el capítulo de Pororo seguía transmitiéndose, JongIn fue levantándose de a poco, sin romper el beso, quedando sentado mientras que Kyungsoo estaba sobre sus piernas, muy cerca de su cadera, con las piernas alrededor del torso de JongIn.

Y cuando se dieron cuenta habían llegado a la vieja habitación de la hermana mayor de JongIn. Cayendo sobre la cama de dos plazas, a ninguno le importó mucho estar en un lugar inapropiado, así que mientras Kyungsoo levantaba la polera de JongIn éste cortó el beso solo lo suficiente como para deshacerse de la polera para después atacar el cuello de su novio.

Kyungsoo, sabiendo que JongIn estaría demasiado ciego disfrutando de su piel, tomó el rostro del menor con ambas manos y las llevó a la altura de su rostro. Sonrió cuando vio la mezcla de expresiones de su novio, algo así como un ardiente moreno con la respiración algo agitada y con ojos traviesos como un cachorro a punto de escapar después de hacer hecho una maldad.

-Si vas a ponerme así, tienes que hacer algo para solucionarlo- Le dijo mientras tomaba una de las manos de JongIn y las llevaba a su entrepierna, haciendo que se diera cuenta de lo duro que estaba. JongIn se sonrojó y besó palma de la mano del mayor, también besó su brazo mientras hacía un camino de besos hasta llegar a los labios de Kyungsoo. Después se acercó al oído del mayor y le susurró:

-Lo mismo digo-

Kyungsoo sonrió.

Lo siguiente que supo fue que le quitaron su camisa, después el pantalón. De alguna forma pudo estar sobre JongIn y no pudo evitar jugar con los pezones del otro, morderlos antes de pedirle al menor que se bajara los pantalones, más bien se lo ordenó.

Después hubo chasqueos, suspiros, seda. Seda era lo que sentía JongIn al tocar con dedos traviesos la piel de Kyungsoo. Gemidos, respiraciones agitadas, electricidad. JongIn miró a su novio y besó sus labios. Dolor, placer, masoquismo. Kyungsoo tocó el cielo. Explosión, humedad, calor, agotamiento y JongIn besándolo como si fuera un bebé.

-¿Alguna vez tendremos sexo?- Le murmuró JongIn al oído. Era el menor el que se encontraba sobre Kyungsoo, aún fusionados en un solo cuerpo –Contigo solo puedo hacer el amor. No puedo tocarte sin querer menos, no puedo besarte y pensar en otra persona, no puedo penetrarte sin querer llevarte al máximo de los placeres- JongIn lo embistió aunque lo dos hubieran acabado -¿Me he vuelto adicto a ti? ¿Debería amarte menos?-

-Vuelve a hacerlo- Le pidió Kyungsoo mientras cerraba los ojos. JongIn lo volvió a penetrar. Kyungsoo gimió. –Te amo tanto, tanto. Maldito ¿Qué me has hecho?- JongIn lo embistió otra vez –Me estoy volviendo loco.-

-Tú me vuelves loco- JongIn se alejó un poco, sólo para mirar el rostro de su amado –Sólo puedo mirarte a ti, sólo eres tú en éste mundo. No puedo apartarme de ti, te necesito.- JongIn rozó su nariz con la de Kyungsoo, como una caricia infantil. –Si dejas de amarme, moriré-

-Aunque muera no podría dejar de amarte- Le susurró Kyungsoo besando a JongIn.

Más seda, electricidad, gemidos, chasqueos. Kyungsoo sintió algunas gotas cayendo en su rostro. Placer, la piel chocolate bajo los labios de Kyungsoo, liberación. JongIn cayó al lado de Kyungsoo, esta vez saliendo del interior del mayor.

-¿Por qué lloras?- Le preguntó Kyungsoo mirando el techo. JongIn estaba boca abajo, en silencio. No sollozaba, pero salían lágrimas de sus ojos. El menor miró hacia el lado contrario al de donde estaba su novio, no quería mostrar sus lágrimas.

-Simplemente… -Empezó en voz baja –Estoy muy feliz-

Entonces JongIn sintió la cama moverse un poco para después sentir los brazos del mayor alrededor de él, abrazándolo y dejando besos en su espalda. Tardó un poco en notar que su nuca estaba un poco mojada.

-Estemos un ratito más así, después ordenamos ¿vale?-

Kyungsoo también soltó lágrimas de felicidad.

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Esperar a que Tao terminara sus prácticas de wushu  después de clases no era tan malo, pero sí lo era cuando Chanyeol abandonaba a JongIn para espiar a su amor platónico de siempre. La cara de odio y aburrimiento de JongIn se veía a distancia, de hecho, JongIn pensaba seriamente en maneras de matar a su amigo sin evidencia que lo delatara.

-Park Chanyeol, algún día sufrirás mi venganza-

A lo lejos pudo ver a Kyungsoo y a JongDae conversando mientras se dirigían a la salida. La Navidad ya había pasado pero aún se mantenían los adornos, lo que hacía el ambiente más cálido. En donde antes hubo pasto, la nieve lo cubría y con tanto aburrimiento los estudiantes habían hecho muchas figuras y muñecos de nieve. A pesar de todas esas cosas bonitas que tanto le gustaban a JongIn, él solo podía ver a Kyungsoo brillando con su simple presencia.

Estaba aburrido, Kyungsoo estaba cerca, su celular tenía saldo… ¿Por qué no?

Sacó su celular y con la marcación rápida se apresuró en llamar a Kyungsoo. Lo miró a la distancia esperando a que el mayor atendiera. Sonrió cuando Kyungsoo se detuvo al igual que JongDae, el primero buscaba en los bolsillos de su chaqueta su celular, encontrándolo rápidamente y contestando sin ver quién llamaba.

-¿Aló?-

-Hyung-

-JongInnie, ¿cómo estás?-

-Bastante bien, Santa Claus se portó bien este año, especialmente por unas galletas que me llegaron- Pudo ver como Kyungsoo se reía a la distancia, también pudo oírla en su oreja. -¿Te llegó algo lindo?-

-Sí, algunas cositas, me regalaron un colgante de Pororo que ahora está en mi celular, es muy bonito. Mi regalo favorito es el auto que me regalaron, aunque ahora seré el chófer de todos-

-Si te molestan mucho me dices y yo les llevo a sus destinos a patadas- Kyungsoo rió otra vez –Oye, estamos dejando a JongDae algo a parte ¿Qué tal si pones el altavoz?-

-¿Dónde estás?- JongIn rió mientras veía como Kyungsoo lo buscaba a su alrededor -¡JongIn!-

-Te quiero hyung, cuídate- Y cortó riendo al ver como el mayor y JongDae parecían buscarlo aún. Sintió que el celular en su mano comenzó a vibrar anunciando una llamada, era Kyungsoo.

-¿Hyung?-

-A mí nadie me corta niñito- Esta vez fue Kyungsoo quien cortó. JongIn rió por la actitud de su hyung.

-Me das miedo cuando te ríes solo- JongIn le contestó un “cállate” sin malas intenciones a Tao. -¿Por qué te reías?

-De la actitud de Kyungsoo hyung- Le contestó JongIn.

-Pensé que habían terminado en buenos términos-

-Y así estamos, digamos que lo estaba molestando un poquito mientras te esperaba-

-¿Y así lo quieres olvidar?- JongIn lo miró con confusión por un momento.

-No lo quiero olvidar. No podría olvidarlo nunca- Tao frunció el ceño. -Pero no quiero que vuelva a ser mi novio, sería demasiado doloroso-

-¿No sería menos doloroso ignorarlo?-

-A estas alturas deberías saber que soy incapaz de ignorar a Kyungsoo. Y el tampoco me puede ignorar, por lo que estamos en las mismas condiciones-

JongIn se adelantó dejando a un Tao cansado por su entrenamiento y confundido por su amigo.

-Si lo amas ¿qué es lo que te impide estar junto a él?-

Tao pudo ver la mirada de tristeza de JongIn cuando él lo miró.

-Tengo miedo a lastimarlo, tengo miedo a caer en la rutina, tengo miedo de dejarlo de amar, tengo miedo de terminar odiándolo- La voz de JongIn no tembló -Lo amo tanto, tanto. ¿Sabes lo hermoso que es despertarte y ver a la persona que amas mirándote con una sonrisa? No quiero que Kyungsoo llore por mi culpa, no quiero sentirme presionado en hacer todo bien para que nuestro amor se mantenga. En un momento, seguíamos juntos porque sólo por que nos amamos, pero amarnos hace daño a nuestra relación. Pero si no estamos juntos... Por lo menos puedo verlo sonreír sin tener la presión que exige estar en una relación-

-Pero no puedes abrazarlo como antes, no puedes besarlo como antes, no puedes amarlo como antes-

-¿Y qué? No estamos juntos, pero él me ama y yo lo amo. ¿No es eso suficiente?-

El único pensamiento que tuvo Tao antes de caminar al lado de JongIn fue:

"Hay que hacer algo para que vuelvan a estar juntos antes de que terminemos locos"








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